miércoles, 28 de agosto de 2013

UNA IMAGEN DISTINTA, LA MISMA ESTRUCTURA

Por Nicolas Alessio 
Elegir al cardenal Jorge Bergoglio como Papa es una jugada maestra de la diplomacia vaticana. La Iglesia Católica, a punto de naufragar entre escándalos financieros y sexuales, necesitaba urgente otra “imagen” ante la opinión pública mundial y mucho más en Latinoamérica. El perfil de Benedicto XVI, un alemán, duro, rígido, inquisidor, no logró poner a flote la “barca de Pedro”. Por el contrario.

Necesitaban un hombre en Latinoamérica, el último bastión de católicos que debe ser preservado de las desviaciones populistas en política y de las herejías de los teólogos de la Liberación.
Latinoamérica, la tierra de los mártires por la justicia –Romero, Angelelli y tantos otros– es un humus peligroso para la ortodoxia religiosa.
La tierra del socialismo del siglo XXI y de gobiernos posneoliberales huele a “izquierda” y eso no es del agrado vaticano.
Particularmente en Argentina, porque es el primer país latinoamericano que produce avances profundos en los derechos de las minorías sexuales, haciendo ley de la nación el matrimonio igualitario. Esto es una ofensa grave al pudor romano y a la dogmática moral católica. Un mal ejemplo que debe ser exorcizado. De hecho, Bergoglio escribió a las hermanas carmelitas que “es la pretensión destructiva al plan de Dios... no se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento) sino de una ‘movida’ del padre de la mentira”. Para los neófitos en términos religiosos, el “padre de la mentira” es el demonio. Se trataba de una guerra “santa”.
Además, Argentina es pionera en llevar adelante los juicios a los genocidas a lo largo y ancho de todo el país. Para una Iglesia que todavía no se hace cargo de sus complicidades con los delincuentes de lesa humanidad, los “juicios por memoria y justicia” son una bomba a punto de estallar en sus propias narices. En los atrios de cada palacio episcopal. Hay que desactivarla.
Argentina es un modelo para todo el continente en estos temas y también un modelo para todos los pueblos víctimas de las distintas formas del terrorismo de Estado y la homofobia. Esto Roma no lo puede ni perdonar, ni tolerar, ni dejar avanzar, atenta contra su pretendida imagen de santidad celestial.
A muchos les queda la sensación de que algo comienza a cambiar y hablan de tener “esperanza”. Me parece que es sólo eso, una sensación. O un gran deseo convertido en ilusión. Por otro lado, vale la pena recordar que la esperanza cristiana no se funda ni en el Vaticano y menos en el Papado. Sólo se funda en el Jesús del Evangelio.
Que me digan que es sencillo, austero y que anda en subte ni le quita ni le agrega nada. Primatesta usaba una sotana derruida, no tenía auto ni propiedades, también era sobrio y frugal.
Es cierto que tal vez era peor un papa del Opus Dei, o no sé, porque a veces es mejor tener claro al adversario. Un conservador derechoso de buena imagen no deja de ser un problema. Confunde.
Que se llame Francisco poco honor le hace a Francisco de Asís, la “hermana pobreza” de los franciscanos no se sentía cómoda en los palacios romanos. Y por más que se llame “Francisco”, el Papa es un monarca romano medieval. Cambia la imagen, sólo la imagen. La estructura de poder es la misma, sus intereses los mismos.
En Argentina y en el continente, los sectores de la derecha serán fortalecidos, tanto los políticos como los religiosos, ya están brindando. Les agarró un fervor religioso desconocido.
Pero como el Espíritu seguro no está en Roma y sí entre los excluidos que claman justicia, a dormir tranquilos y a seguir peleando. No nos silenciaron antes, tampoco podrán ahora.
* Presbítero, teólogo, integrante del Grupo Angelelli. Alessio fue suspendido a raíz de su postura sobre la ley de matrimonio igualitario.
Fuente: Pagina/12

UNIDOS CONTRA LA TORTURA, 200 AÑOS DESPUES

En el marco del Bicentenario de la Asamblea del Año XIII y convocados por la Defensoría General de la Nación, funcionarios de los tres poderes y organismos de DD.HH. lanzaron la Campaña contra la Tortura. Difundirán videos, capacitarán defensores y darán charlas.

Por Horacio Cecchi

Si se trata de simbolismos, el lanzamiento de la Campaña Nacional contra la Tortura en el marco del Bicentenario de la Asamblea del Año XIII fue un lugar privilegiado. La ex ESMA, emblema de la tortura y la desaparición de personas durante la dictadura, pero que siguió siéndolo, intocable, durante 20 años más, hasta 2004, ayer fue el escenario para proclamar el lanzamiento de una campaña que aglutinó un abanico de instituciones, organizaciones sociales y representantes pocas veces visto: la CNCT, convocada por la Defensoría General de la Nación, tuvo nada menos que 19 oradores. La Campaña, durante un año, realizará difusión de avisos publicitarios, acciones de capacitación para defensores oficiales y educativas (ya se inició con una charla en el Carlos Pellegrini) y concentrará sus esfuerzos en el próximo Congreso Internacional contra la Tortura, que se realizará en junio en Buenos Aires. Además se propone capacitar a personal y aspirantes de las fuerzas federales de seguridad, para lo que cuenta con el apoyo del Ministerio de Seguridad.
Todos los expositores coincidieron en que la tortura no se presenta como casos aislados y que para combatirla hay que mover estructuras. Stella Maris Martínez, la defensora general y convocante de la campaña, sintetizó con crudeza: “No hay en la sociedad un rechazo visceral a la tortura. La Justicia y toda la sociedad civil deben tomar en cuenta la inyección de violencia que implica avalar la tortura”.
En la sala Rodolfo Puiggrós, de la ex ESMA, la mesa destinada a los oradores era desusada. Ocupaba todo el ancho de la sala y más, sus extremos no entraban y debieron ubicar las últimas sillas en diagonal. La imagen era profundamente simbólica. Nueve años después de aquella escena en que Néstor Kirchner descolgaba los retratos de Videla y Bignone del Colegio Militar, la ex ESMA mostraba la convocatoria contra la tortura con una mesa de expositores que no entraba en la sala. Como señalaba uno de los dos centenares de asistentes entre el público, “son todas caras conocidas, pero nunca los vimos a todos juntos”. Era la intención.
“Lo que me motivó a lanzar esta iniciativa fue un hecho puntual –dijo Stella Maris Martínez, la convocante–: el año pasado, mientras en los medios se cuestionaba al director del Servicio Penitenciario Federal por permitir a algunos presos salir a realizar actividades de esparcimiento, en una comisaría provincial se estaba torturando detenidos. La sociedad tuvo una reacción muy grande por el primer caso, pero el acto de tortura fue poco condenado. Frente a estos casos, yo creo que todavía tenemos una sociedad cómplice. No hay en la sociedad un rechazo visceral a la tortura. La Justicia y toda la sociedad civil deben tomar en cuenta la inyección de violencia que implica avalar la tortura. Hay que tener la valentía de decir: ‘La tortura es un crimen, y estoy en contra’.”
Su par de la Procuración General, Alejandra Gils Carbó, señaló que “los fiscales venimos a manifestar nuestro firme compromiso para erradicar la tortura en nuestro país. Es un gran acierto convocar a una campaña que puede unir múltiples voces”. Antes, Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, manifestó tener una sensación ambivalente, “porque aún existe la tortura en nuestro país. Queda mucho por hacer”, aseguró y puso énfasis en la reciente ley aprobada de creación del Mecanismo Nacional de Prevención Contra la Tortura, cuya sanción adeudaba el país desde 2004.
Martín Fresneda, secretario de Derechos Humanos de la Nación, recordó el caso de torturas en Mendoza, difundido en un video, y dijo que para terminar con la tortura “es imprescindible que las autoridades nacionales, provinciales y municipales se acerquen a las fuerzas de seguridad, para dejar de mirarnos de reojo y volver a mirarnos a la cara”.
Entre las organizaciones civiles se encontraban representados el CELS (Paula Litvachky, directora del área de Seguridad y Justicia), y la Comisión Provincial por la Memoria (Alejandro Mosquera, secretario ejecutivo). Ambos, desde sus respectivos lugares, señalaron que la tortura no era un hecho aislado. “Hace mucho tiempo que las organizaciones de DD.HH. vienen diciendo que hay que dejar de negar la tortura –dijo Litvachky–. Vamos a seguir denunciando la tortura e impulsando con fuerza el funcionamiento del Mecanismo de Prevención Contra la Tortura y para que llegue a todas las provincias.” “Tenemos que luchar contra la naturalización de la violencia institucional –sostuvo Mosquera–, avanzar contra la corporación del Poder Judicial y con la transformación de las fuerzas de seguridad.”
El camarista Luis Niño, también panelista, recordó que siendo secretario de un juzgado, durante la dictadura, redactó el antecedente del que sería el artículo 144 5º del Código Penal que sanciona la tortura, y dijo que “se avanzó sancionando la tortura, pero la norma no fue aplicada sobre el amplio universo de funcionarios de fuerzas de seguridad”.
Francisco Mugnolo, titular de la Procuración Penitenciaria, recordó lo actuado durante dos décadas. Alicia Pierini, defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, relacionó la tortura y el primer genocidio en estas tierras, el de los pueblos originarios. El diputado nacional Leonardo Grosso sostuvo que “la tortura la sufren los excluidos” y su par, Remo Carlotto, recordó que contra la tortura se requiere una Justicia democrática, y dentro de ella, “es imprescindible que las defensorías sean independientes. Hay varias provincias en Argentina que no tienen autonomía de la Defensa Pública”. Mutis por el foro para el sciolismo, entre otros.
En el acto de lanzamiento participaron además Cristina Camaño, secretaria de Cooperación con los Poderes Judiciales, Ministerios Públicos y Legislaturas del Ministerio de Seguridad; la directora de Amnistía Internacional en Argentina, Mariela Belski; Víctor Abramovich, del Instituto de Políticas de DD.HH. en el Mercosur; Mario Kestelboim, de la Defensoría General de la Ciudad; el representante regional de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en América del Sur, Américo Incalcaterra, y Pedro Mouratian, interventor del Inadi, entre otros.
La campaña se extenderá durante todo el año y consiste en diversas acciones de difusión, capacitación y educativas, y tiene en la mira el Congreso Internacional contra la Tortura, que se desarrollará el 6 y 7 de junio en la Biblioteca Nacional, en Buenos Aires. Concluirá el 10 de diciembre, día de los Derechos Humanos. Para esa fecha, la tortura seguramente no se habrá erradicado, pero al menos es posible que se haya completado una piedra basal demorada, la conformación del mecanismo que monitoreará los lugares de detención, incluidos psiquiátricos e internados de niños. De otro modo, la amplia mesa de ayer correría el riesgo de ser una suma de voluntades.
Fuente: Pagina/12

BRASIL; CADA QUINCE MINUTOS HAY UN ASESINATO

Según datos del Centro Brasileño de Estudios Latinoamericanos, solamente en 2010 han sido asesinadas 36.792 personas en Brasil, un promedio de cien al día. Armas, narcos y corrupción.





 Por Eric Nepomuceno


Entre 2004 y 2007, el conflicto armado de Irak resaltó en 76.266 muertes. En Sudán, otro país convulsionado, los muertos fueron 12.719, poco más que los 12.417 registrados en Afganistán. En el mismo período, los muertos de Colombia han sido 11.833. Pues en Brasil, entre 2004 y 2007, ocurrieron 147.343 muertes por armas de fuego. Ese número se hace aún más impactante comparado con el total de víctimas fatales registradas en doce países que vivieron conflictos armados, de la República del Congo a Pakistán, pasando por Somalia y los territorios palestinos e Israel: 169.574.
Esos son los datos compilados por el Centro Brasileño de Estudios Latinoamericanos, que acaban de ser divulgados en Brasilia. Solamente en 2010, han sido asesinadas 36.792 personas en Brasil, un promedio de cien al día, o cuatro por hora. Una cada quince minutos.
Hay otros aspectos del mapa de la violencia en Brasil que llaman la atención. Si antes las muertes violentas estaban concentradas en los dos mayores centros urbanos, San Pablo y Río de Janeiro, ahora el fenómeno se nacionalizó. Con eso, Brasil sigue ocupando un lugar destacado entre los países más violentos del mundo, tomándose como base la proporción de asesinatos por cada cien mil habitantes: 20,4 personas.
Ese número sitúa a Brasil en el octavo puesto entre las cien naciones con estadísticas consideradas relativamente confiables, según la institución. La media de asesinatos es el doble de lo que la ONU considera tolerable (diez por cada cien mil habitantes). Julio Jacobo Waiselfisz, coordinador de la investigación, destaca que la violencia se diseminó por todo el país, aunque se haya concentrado en el nordeste y en el norte.
En Alagoas, por ejemplo, se registró en 2010 la tasa de 55,3 homicidios por cada cien mil habitantes. Es el estado donde más se mata a negros y mujeres. En la capital, Maceió, famosa por sus playas y polo de atracción turística, esa media es de 94,5 por cada cien mil habitantes. No sólo es la capital más violenta de Brasil, sino una de las más violentas del mundo.
El problema es que otras capitales muy turísticas, como Salvador de Bahía, también aparecen con índices elevadísimos (59,6 asesinatos por cada cien mil habitantes). Río de Janeiro, octavo estado con mayor proporción de muertos por arma de fuego (26,4 por cada cien mil habitantes), tiene una capital relativamente segura, comparada con las demás: 23,54. Más del doble del tope determinado por la ONU.
San Pablo, el más rico y poblado estado del país, es uno de los cuatro, entre los 27 estados brasileños, que se quedan por debajo de la marca que la ONU dice que es “tolerable”: 9,3 asesinatos por cada cien mil habitantes. Ha sido el estado con la disminución más significativa de esa proporción, en el período entre 2000 y 2010: 67,5 por ciento menos asesinatos. En Río de Janeiro, la caída ha sido de 43 por ciento. Y en Pará, entre 2000 y 2010, el número de asesinatos creció un absurdo 307 por ciento. En el vecino Maranhao, también en el norte miserable, aumentó 282,2 por ciento. En Bahía, 195 por ciento.
El estudio abarca un período que va de los dos últimos años de la segunda presidencia de Fernando Henrique Cardoso al final de los dos gobiernos de Lula da Silva. El resultado demuestra que pese a que los gobiernos estaduales, a lo largo de todos esos años, declararon reiteradamente que la seguridad pública era tema prioritario (también los gobiernos nacionales pulsaron la misma tecla), los resultados son elocuentes y preocupantes. Son políticas ineficaces o, en el mejor de los casos, insuficientes.
Hay muchas explicaciones para el fenómeno de la violencia: el narcotráfico, la gran cantidad de armas (legales y principalmente ilegales) en circulación y la misma cultura de la violencia como vía de solución para conflictos personales.
A eso hay que sumar la corrupción policial, la incompetencia olímpica de la policía a la hora de investigar crímenes, la absurda morosidad y la corrupción de la Justicia, el estado degradante y degradado del sistema carcelario.
En relación con la manera en que las muertes por arma de fuego se diseminaron rápidamente por todo el país, dejando de concentrarse en los dos o tres mayores centros urbanos de Brasil, la explicación resulta sorprendente: según la investigación llevada a cabo por el Centro Brasileño de Estudios Latinoamericanos, el fenómeno se debe a la desconcentración industrial y a la migración interna provocada por la expansión geográfica de actividades económicas. O sea, cuanto más se desconcentran la industria y la economía, más se desconcentra la violencia.
La responsabilidad directa de la seguridad pública es de los estados, aunque el gobierno nacional igualmente tenga su propia política sobre el tema. De todas formas, los resultados observados deben ser imputados principalmente a los gobiernos estaduales, que se muestran, en la inmensa mayoría, incapaces de frenar la violencia que crece y se dispersa según crece y se diseminada la oferta de trabajo.
Todo eso hace recordar un viejo dicho brasileño: “Si corres, el bicho te atrapa; si te quedas, el bicho te come”. Así las cosas. El país diversifica su economía, por todas partes crecen las posibilidades de trabajo, empleo y renta, y crecen también la posibilidad de que, frente a una política ineficaz de seguridad pública, te peguen un tiro.
Fuente: Pagina/12

EL TRABAJO INFANTIL TIENE PENAS DE PRISION

Hasta cuatro años de cárcel para los empleadores que contraten niños menores de 16 años. El Senado aprobó por unanimidad y convirtió en ley un proyecto del Ejecutivo que incorpora al trabajo infantil como un delito del Código Penal. Hasta ahora estaba sancionado con multa. No habrá penas para los padres.



El Senado aprobó por unanimidad una ley que castiga con prisión de hasta cuatro años a quien se aproveche del trabajo infantil. La normativa, que modifica el Código Penal, fue impulsada por el Poder Ejecutivo nacional y fue votada ayer luego de haber obtenido la media sanción en la Cámara baja. Hasta ahora, quien hacía trabajar a niños o niñas sólo era castigado con multas. La ley se aplica a menores de 16 años o a menores de 18 si se tratara de trabajos peligrosos. La única excepción es el “trabajo artístico”, por ejemplo en películas o publicidades, pero a condición de que las condiciones psicofísicas de esa actividad sean evaluadas y aprobadas caso por caso. La ley exime expresamente de las penas a los padres o guardadores del menor, ya que “los padres que mandan a sus hijos a trabajar son los más vulnerables y nada se logra criminalizando a la parte más débil de una sociedad; encarcelarlos implicaría revictimizar a los niños al separarlos de sus padres”, explicaron fuentes del Ministerio de Trabajo y del Senado. Según datos del Indec, el trabajo infantil bajó un 66 por ciento entre 2004 y 2012. Carlos Tomada, ministro de Trabajo de la Nación, sostuvo que “estamos construyendo un país sin trabajo infantil”. “El lugar de los chicos debe ser la escuela”, subrayó el senador Daniel Filmus.
La ley establece que se incorpora “como artículo 148 bis del Código Penal el siguiente: Será reprimido con prisión de uno a cuatro años el que aprovechare económicamente el trabajo de un niño o niña en violación de las normas nacionales que prohíben el trabajo infantil, siempre que el hecho no importe un delito más grave. Quedan exceptuadas las tareas que tuvieren fines pedagógicos o de capacitación exclusivamente. No será punible el padre, madre, tutor o guardador del niño o niña que incurriere en la conducta descripta”.
Carlos Tomada, ministro de Trabajo de la Nación, sostuvo que “éste es un importantísimo avance, en línea con lo que venimos haciendo en los últimos años frente a esta problemática que pretendemos erradicar en nuestro país. A partir de ahora, si alguien quiere seguir aprovechándose de nuestros niños y niñas, sabrá que, además de las importantes multas que ya estaban vigentes, irá a la cárcel, por lo cual el efecto disuasorio será mucho mayor”. El funcionario afirmó que “no tiene que haber ni un solo niño que trabaje en la Argentina. El trabajo infantil es un ejercicio vergonzante para la condición humana y vamos a seguir luchando por su erradicación definitiva. Estamos construyendo un país sin trabajo infantil”.
El Ministerio de Trabajo de la Nación precisó que “la Argentina define trabajo infantil como ‘toda actividad económica y/o estrategia de supervivencia, remunerada o no, realizada por niñas o niños, por debajo de la edad mínima de admisión al empleo o trabajo, o que no han finalizado la escolaridad obligatoria o que no han cumplido los 18 años si se trata de trabajo peligroso’”. Una fuente de esa cartera señaló que la ley comprende a los niños de hasta 16 años, “ya que, hace dos años, la Ley 26.390 elevó a 16 años la edad mínima para la admisión a un empleo, salvo para el trabajo artístico, y sólo bajo autorización para cada caso concreto a partir de evaluar una serie de factores, de modo que no se afecte la salud psicofísica del niño”.
En cuanto a la no penalización de los padres y guardadores, Pedro Guastavino (Frente para la Victoria), presidente de la Comisión de Justicia y Asuntos Penales del Senado, explicó que “los padres que mandan a sus hijos a trabajar son aquellos que no tienen cómo evitarlo, los más vulnerables. Nada se logra criminalizando a la parte más débil de una sociedad. Si una familia se encuentra en la situación más extrema de pobreza, al punto de tener que enviar a sus hijos a trabajar, cómo podemos pensar que sería mejor para ese chico que sus padres estén presos. Creemos que eso es criminalizar la pobreza, porque nadie manda a sus hijos a la calle si no es por necesidades básicas insatisfechas”.
La fuente del Ministerio de Trabajo agregó que “penalizar a los padres y madres o a los adultos que ejercen roles parentales implicaría revictimizar no sólo a estos últimos, sino también a los propios niños y niñas. Esto se debe a que, en caso de que la medida penal tuviera como consecuencia el encarcelamiento, significaría la separación de los menores de edad del grupo familiar, lo que es contrario a la Convención de los Derechos del Niño”.
En cambio, subrayó Guastavino, “esta ley apunta directamente a los empresarios urbanos y rurales que, buscando mayores ventajas económicas, explotan laboralmente a menores”. El senador observó que “la implementación de la Asignación Universal por Hijo marca un punto de inflexión, en la medida en que se establece un umbral de ingresos para los padres, permitiendo a las familias liberar a sus hijos de las actividades laborales y volcarlos a la escolarización”.
La fuente de la cartera laboral señaló que “entre 2004 y 2012, el trabajo infantil en la Argentina se redujo un 66 por ciento. Esto se obtiene de comparar los datos de la Primera Encuesta de Trabajo Infantil, en 2004, con los de la Encuesta Permanente de Hogares, a la que, desde 2012, se incorporó como ítem el trabajo infantil. En 2004 había unos 450 mil niños y niñas trabajando en la Argentina, que a fines de 2012 se habían reducido a unos 180 mil”.
El Ministerio de Trabajo recordó que “la realización de cualquier modalidad de trabajo infantil por debajo de la edad mínima de admisión del empleo o trabajo tiene consecuencias perjudiciales para el desarrollo físico, psíquico y social del niño o niña, restringiendo el disfrute de los derechos fundamentales para su crecimiento y desenvolvimiento”.
Fuente: Pagina/12

"LA PATRIA GRANDE APOYANDO SIN RESERVAS"

Por medio de Twitter, la Presidenta Cristina Kirchner destaco el respaldo regional al reclamo argentino por Malvinas y se refirió también a otros temas. Remarcó la respuesta oficial frente al ataque a una pareja homosexual y también responsabilizó a los partidos de izquierda por las agresiones en la marcha del 24 de marzo.








Se acercaba la hora de la cena y la tuitosfera palidecía, cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a la carga con 24 tuits donde fijó posición sobre los más variados temas. Entre ellos, la mandataria reafirmó la posición argentina sobre Malvinas, destacó la respuesta oficial ante el ataque a una pareja homosexual y responsabilizó a los partidos de izquierda por las agresiones en la marcha del 24 de marzo.
“ONU, Comité de Descolonización, Celac, Unasur. Mundo y Patria Grande reclamando diálogo. TODOS JUNTOS”, escribió en relación con Malvinas y agregó: “La Patria Grande apoyando sin reservas nuestro reclamo por razones históricas, documentales, geográficas y la más elemental lógica ¿Territorio inglés a más de 12 mil kilómetros de distancia? La pregunta no aguanta ni jardín de infantes de tres años. Multilateralismo y anticolonialismo a full. Very good. ¿Ven que me encanta hablar inglés?”, bromeó la Presidenta sobre los que la critican por su uso del idioma. “Lamento no haberle hecho caso a Ofelia –mi mamá– cuando me mandó a aprenderlo. Clima de aquella época, qué le vas a hacer...”, se puso setentista. Y de allí pasó al recuerdo del golpe de 1976 y de la marcha del domingo pasado.
“También, vísperas de Semana Santa. Me vienen a la memoria imágenes de los últimos días. 24 de marzo en la Plaza. Gente uniformemente vestida de rojo, autotitulada de izquierda. Amenazantes, con garrotes en sus manos”, describió a las columnas de los partidos de izquierda que pugnaron por entrar a la Plaza. Esto provocó algunos roces con las columnas de La Cámpora. Luego, algunos organismos de derechos humanos cuestionaron por “patoteril” la irrupción de los partidos de izquierda.
“Pregunta: ¿Serán los garrotes para abollar ideologías, como preguntaba Mafalda a un policía que lo portaba durante la dictadura de Onganía? ¿Que quiénes son Mafalda y Onganía? Una adorable e inolvidable protagonista de historietas y un general también inolvidable por distintas razones, que entraba a la Rural en carroza, entre otras cosas”, recordó CFK. “Sí, ya sé, soy vieja. Pero me acuerdo de esas cosas como si las hubiera visto ayer. Esta memoria que a veces me hace doler un poco el alma”, tipeó.
“Volviendo a lo de la Plaza del 24 y los del garrote. ¿Serán de izquierda como dicen? Del otro lado, jóvenes vestidos de azul, celeste o blanco con banderas argentinas, brazos y manos entrelazados, haciendo cordón humano para separar y evitar la agresión y la pelea. Altri tempi, en la época que yo no quise aprender inglés, era lío seguro y del grosso”, consideró la Presidenta. “Por suerte es otra Argentina, otra realidad y como lógica consecuencia, otros jóvenes con mucha más suerte que nosotros. Sin dictadura, con democracia, con libertad y un proyecto de país que luego de 10 años ha vuelto a enamorar a muchos. Porque además de libertad, se trabaja por igualdad e inclusión”, indicó, y comentó la agresión a una pareja de homosexuales por parte de alumnos del colegio Marín. “Si hay un papa argentino, no puede haber putos argentinos”, les gritaron.
“Y hablando de eso, el lunes la TV me devolvía la imagen de otro joven. Se llama Pedro. Pedro Robledo. 21 años. Cuenta su historia de vida. Me parece que creyó que solo contaba algo que le había pasado, pero no. Estaba contando una parte importante de su vida: Agredido, golpeado y humillado por ser gay, por otros que se decían católicos. Lo mando llamar a Mouratian del Inadi y a Martín Fresneda, secretario de DD.HH., para ponerse a disposición de Pedro. Urgente”, relató CFK. “Alguien me dice ‘Mirá que éste es antiK rabioso’. ‘Te trata de Führer en el Twitter, la madre dice que el gobierno es una dictadura’. ¡Y a mí qué me importa! Esta es la Patria de todos, la que yo no tuve a la edad de Pedro, en la que cada uno dice lo que piensa y lo que quiere. ‘Pero no tienen razón’, me dicen. Precisamente. Eso es la Libertad. Que nadie te tenga que dar la razón o autorizarte para pensar o decir”, destacó la mandataria.
“Lo otro es solo libertad condicional y eso es para el Código Penal. La Libertad de la que hablo es más amplia que la de la Constitución. Es la de la condición humana. ¿Nunca leyeron Antígona de Sófocles? Léanlo y lo van a entender”, recomendó la Presidenta.
Fuente: Pagina/12

"LA MATANZA DE CURUGUATY FUE UNA CONSPIRACIÓN"

Anibal Carrillo Iramain fue el candidato del Frente Guasú, la alianza formada para tratar de reconquistar el gobierno del desplazado Fernando Lugo en Paraguay. Aquí, explica cómo se rearma la base política de los sectores progresistas y qué proponen al electorado paraguayo. También da cuenta de la investigación sobre la masacre de campesinos y policías que derivó en el golpe al ex presidente.






 Por Andrew Graham-Yooll



–La gestión de gobierno de Fernando Lugo, ex obispo y ex presidente, terminó en un juicio político que pareció una abreviada obra teatral. Ahora, ¿cómo se preparan para el inicio de la próxima etapa en la joven democracia paraguaya–Dos elementos son los fundamentales. Uno tiene que ver con la defensa de un gobierno de cambio que, en su primera etapa, avanzó en muchos frentes en sus casi cuatro años (del período de cinco) de gestión. Nosotros pensamos que los cuatro años de Fernando Lugo trajeron planteos reformistas con los que se inició un período de gestión que se caracterizó por varios aspectos positivos. En primer lugar, desaparecieron las persecuciones a los empleados, que era una práctica habitual cuando se daba un cambio de gobierno, incluso dentro de un mismo partido. Existía una suerte de persecución, una inestabilidad laboral en el sector público. Fue un acto de respeto hacia una enorme masa de trabajadores del Estado. En segundo lugar, se establece una política de derechos, contraria a una política prebendaria. A través de la universalización de la salud, la gratuidad del servicio de salud, se abre al país. Se amplían los servicios. Se establecen concursos para acceder a la función pública, prácticamente el 50 por ciento de la gente que entra a la función pública durante el gobierno de Fernando Lugo lo hace por concursos. Ese fue un hecho absolutamente inédito en el Paraguay. El antecedente era de cero por ciento en los gobiernos del Partido Colorado. Ni siquiera había concursos entre colorados. Se desarrollaron políticas sociales que empezaron a tener impacto en la sociedad. Se atienden las zonas más pobres, se van dotando de servicios de salud básica, se crea un sistema de transferencias condicionadas, entendiendo que son políticas sociales de emergencia en un país marcado por el 45 por ciento de pobreza rural.
–Una de las críticas más escuchadas era que los insumos no llegaban a destino, a los pobres que los necesitaban. Las mafias enquistadas en toda burocracia las hacían robar, o las vendían a terceros, o las hacían desaparecer.
–En un comienzo puede ser, pero eso era un proceso de perfeccionamiento continuo. Es decir, el pasar de dos millones de consultas anuales a ocho millones de consultas establece un ejemplo y una demanda enorme, nueva.
–Es razonable preguntar si los ocho millones de consultas están documentadas...
–Por cierto que sí. Hay que suponer que en algunas situaciones especiales un centro puede no haber tenido todos los insumos necesarios, pero no era habitual. Las setecientas unidades de atención a la familia que se abrieron en un período de casi cuatro años contaban con los elementos básicos para la atención primaria. Hay que recordar que esta red fue de cero a setecientos en cuatro años. Eran setecientos en las comunidades más pobres y más alejadas en el país.
–Es importante retomar el hilo de la explicación de la base sobre la cual usted y el Frente Guasú se relanzan ahora a intentar volver al poder.
–Sí, hay que retomar... Un primer eje es la defensa del gobierno, entendiendo que con sus dificultades y deficiencias había dado pasos iniciales en reformas que tuvieran como objetivo gobernar con un sentido de derechos y para todos los paraguayos, sin exclusión. Por otro lado, el proceso paraguayo tiene una democracia herida, una democracia institucional en la que el respeto a las normas, el respeto a la convivencia, ha sido reemplazado mediante un acto de fuerza que ha destituido al presidente Lugo y que esa democracia herida requiere ser restaurada.
–En ese sentido, ¿es razonable programar, cuando han sido derrocados como lo fueron, que puedan llegar a la Presidencia de la Nación?
–Sí, podemos, confiados principalmente en la voluntad ciudadana, entendemos que hay una ciudadanía que crece en sus convicciones democráticas. Mediante esas convicciones se empieza a ver qué actores políticos tienen coherencia democrática. Por otra parte hay amplios sectores de la sociedad paraguaya que reconocen los avances que se lograron durante el gobierno de Fernando Lugo. Avances reales. En tercer lugar, podemos estar confiados porque hoy contamos con un instrumento político mucho más desarrollado que es el Frente Guasú, con el que no contábamos anteriormente, ahora sí. Es una herramienta política que se está construyendo, que se consolida, y que se está proyectando con capacidad para disputar el poder. Hay capacidad de gestión y capacidad de definir objetivos. También hay que recordar, en este tercer lugar, que tenemos un contexto internacional favorable a un gobierno de carácter progresista que logró reintegrar al Paraguay a la comunidad internacional y la integración continental. Confiamos en avanzar con la presentación de una lista única, unida, de parlamentarios encabezada por Fernando Lugo como senador. Yo tengo mucha confianza en que la voluntad ciudadana creciente es por la democracia y por desprenderse del viejo modelo de Estado. Los compatriotas reconocen las enormes falencias que tiene el viejo sistema. Estamos en condiciones de repetir un triunfo electoral de las características de 2008, cuando llegamos al gobierno. Las condiciones ahora son más favorables que cuando llegamos hace cinco años. Tenemos el beneficio de la experiencia de gestión y una mayor conciencia democrática en la ciudadanía.
–¿Cómo se puede encarar una reforma agraria en un país que tiene una de las mayores concentraciones de propiedad de la tierra en América y buena parte del resto del mundo?
–Una reforma agraria, que tiene entre sus componentes fundamentales la tenencia de la tierra, solamente será posible con una base de una mayoría transformadora y un nuevo consenso social. No es posible encarar una reforma agraria si no se tiene un parlamento que pueda facilitar la elaboración de leyes que permitan llevar adelante la transformación como programa.
–¿Cómo ve la exclusión de Paraguay por Unasur y Mercosur? Puede ser visto como ventajoso para el Frente Guasú en una contienda electoral, aun cuando no es bueno para el país.
–Las sanciones son políticas, fundamentalmente, y no económicas. Pero el efecto es de exclusiva responsabilidad del gobierno golpista. Nosotros no somos responsables de esta circunstancia. Un segundo concepto es que la solución del problema paraguayo corresponde a la ciudadanía. Nosotros nos oponemos a todo tipo de repercusión económica que surja de las sanciones políticas. Este gobierno sufre el desconocimiento casi mundial (salvo quizás Honduras o Guatemala, que son de la peor reputación democrática). Pero el país tiene que superar este problema. El gobierno (de Federico Franco) está asilado, es de facto.
–¿Qué hacen ustedes como grupo y cómo van a proyectarse a futuro?
–Quizás primero el diálogo tenga que recorrer un poco del pasado. Participamos primero dentro del gobierno y más recientemente en el campo político en términos de ir asegurando la base política y social que pudiera sostener al gobierno de Fernando Lugo...
–Pero fracasaron...
–Llegó al gobierno con muchas dificultades, con un congreso adverso, que desde el inicio se convierte en un parlamento obstruccionista con una prensa hostil que, inmediatamente después de la elección de Lugo, empieza un proceso sostenido de hostigamiento, de desgaste, con el objetivo de derribar el gobierno. Por otro lado, también sufríamos una debilidad en el sentido de que habíamos llegado a las elecciones del 2008 con la centro izquierda fragmentada. Nos llevó a tener una muy pequeña presencia parlamentaria. Escasa. Era un gobierno con gran apoyo ciudadano, había un amplio consenso social acerca de la necesidad de una alternancia, de arrancar un proceso de cambio, había mucha confianza en la figura de Fernando Lugo como elemento positivo. El elemento negativo era una gran fragilidad institucional donde el poder legislativo, como el poder judicial, respondían al viejo Estado y el viejo sistema, y, por otro lado, una prensa que formó un cerco mediático inmediatamente después de asumir Fernando Lugo.
–¿Cómo se cambia eso en estas próximas elecciones...?
–En primer lugar, ya superamos la etapa de gran debilidad debido al desconocimiento de la gestión de gobierno, además de la debilidad parlamentaria...
–¿No podía ser que lo que se proponía en materia de cambio para la ciudadanía no estaba suficientemente explicitado en la campaña?
–Se llega con una posición bastante clara, se llega con una alianza política que, entre paréntesis, incluía a un partido Liberal Radical que resultó ser otro factor de debilidad. Constituimos una alianza patriótica para el cambio, una alianza que tenía esbozados seis grandes ejes de sus compromisos con la ciudadanía. Era un programa bastante claro que incluía saneamiento del Estado, ampliación del espectro de las políticas sociales, integración latinoamericana, reafirmación democrática, modificaciones de carácter fiscal, es decir había un esbozo claro que planteaba no solamente una alternancia, no sólo un cambio de color en términos de banderas, no sólo un desplazamiento del Partido Colorado del poder, sino que también interpretaba las demandas sociales principales que hay en el Paraguay. Esa es una transformación o más bien una reforma de carácter político y social que era un compromiso asumido ante la gente.
–Usted piensa que eso estaba bastante claro...
–Sí. El conflicto empieza a darse con el sistema dominante, con el “establishment”, empieza a darse cuando un gobierno va ampliando sus políticas sociales, que busca participar en un proceso de integración latinoamericana que busca el ingreso de Venezuela al Mercosur, que integra a Paraguay al Unasur, que se compromete con intenciones de democratización y avance en términos de integración. Cuando se inicia levemente un esfuerzo por aclarar la tenencia legal de la tierra en Paraguay, que es un capítulo oscuro de la legalidad paraguaya en el sentido en que gran parte de la propiedad de las tierras en el Paraguay tiene un origen oscuro, entonces, cuando se empiezan a tocar los grandes intereses, fundamentalmente en cuanto a la tierra, entonces sí ya tenemos un nivel de conflictividad mucho mayor. Otro elemento de fricción también se da cuando desde el gobierno se empieza a plantear la democracia participativa, entendiendo que, si bien las instituciones constituyen un avance democrático, estas mismas tienen que perfeccionarse; sin embargo, cuando el gobierno habla de democracia participativa genera una reacción de los sectores conservadores que entienden que esto puede llevarlos a situaciones incontrolables para ellos.
–Usted mencionó el plan de actuar dentro de lo que es Unasur... Como parte de la campaña electoral de ahora, ¿cómo quedará esa idea luego de una elección bien llevada? Para “afuera”, ¿puede quedar superada la controversia, olvidarse como un incidente en el Congreso? ¿Enterrarse el conflicto político teórico además de práctico? ¿Cómo se transmite, dentro y fuera del Paraguay, el concepto, la idea duradera, de que esto fue un golpe de estado parlamentario? ¿O quedará para muchos la idea de que no fue un golpe, y listo?
–En primer lugar, tomemos lo político. Hubo un golpe. En nuestra lectura, y sin lugar a dudas, el golpe resultó producto de una conspiración que se inicia con la matanza de Curuguaty. (En el norte del país, en junio 2012, cuando fueron muertos a balazos seis policías y once campesinos. El 15 de enero se mostró en Asunción por primera vez un video documental de la matanza.) Entre la matanza y el golpe hubo una semana nada más.
–Pero no vamos a pensar que la conspiración se genera y ejecuta en una semana...
–Eso ya lo dijimos. La conspiración estaba instalada desde el comienzo del gobierno de Fernando Lugo. Involucraba con mucha fuerza al Partido Colorado y el Partido Unace (del general Lino Oviedo, muerto en un accidente en Hayes, el 2 de febrero). A comienzos del gobierno de Lugo ya hubo una denuncia de una reunión en donde se habla del juicio político. El gobierno de Lugo fue amenazado en 23 oportunidades con el juicio político. Ocurre en el intento número 24, un primer shock social que conmociona al país porque no había sucedido nunca, culmina en Curuguaty donde una oscura situación recibe una lectura comunicacional que la presente como una suerte de matanza entre campesinos y policías. Los grandes intereses empiezan a hablar de juicio político. Los primeros que hablan así son la unión de gremios de la producción y la asociación rural del Paraguay, las dos entidades más grandes del país. La primera representa a los grandes sojeros –que se han beneficiado en enormes niveles de exportación– y los latifundistas en general, y, por el otro lado, son los ganaderos. El tema lo toma el Partido Colorado en la persona del empresario y dirigente deportivo Horacio (Manuel) Cartes (Jara), que en enero acusó al gobierno de Federico Franco de irregularidades. Cartes es el que arrastra el Partido Colorado y luego el Liberal en el juicio político. Se suma luego a la conspiración un partido de centro conservador, Patria Querida. Nuestra lectura política muestra que Curuguaty no fue un enfrentamiento sino una mano externa en forma de un equipo profesional de asesinos que hicieron fuego desde lugares estratégicos alrededor de policías y campesinos que se reunían para conversar una orden de desalojo de un juez. Había una gran fuerza policial y unos cuarenta campesinos, con sus hijos y sus esposas. El objetivo del gobierno de Lugo en esta situación siempre fue mantener la paz.
–¿Han identificado a los atacantes? Usted dice que eran muy buenos tiradores...
–Han desaparecido, pero los policías pudieron describir la situación. Es territorio controlado por el narcotráfico, muy marcado por el crimen. Incluso pocos días después de la masacre, a poca distancia del lugar, se encuentran enormes plantaciones de marihuana. Hay pistas de despegue y aterrizaje, una infraestructura de apoyo para este tipo de gente. Eso es nuestra lectura política de la situación que une Curuguaty con el golpe parlamentario. Otro elemento que se ha sumado fue el asesinato del dirigente campesino Vidal Vega, a comienzos de diciembre pasado. Era un importante referente en la investigación de la masacre. Fue asesinado por dos sicarios, en su casa.
–Mi pregunta inicial viene a ser puntual ahora, ¿qué van a hacer ustedes, los que han sido desplazados por esta conspiración?
–Tenemos que seguir en la legalidad. Sabemos que la Constitución atribuye al parlamento la posibilidad de hacer un juicio político. Este no es cualquier juicio político. El presidente de la república no fue puesto por el parlamento, que si fuera así se le retira el apoyo parlamentario para destituirlo. En esto hablamos de un juicio político con causas bien fundamentadas, donde tiene que haber una acusación con pruebas capaces de respaldar acusaciones específicas. Y, por otro lado, tiene que haber un derecho a la defensa razonable, constitucional, garantizado. Acá las acusaciones están basadas en recortes periodísticos, en vaguedades, sin sustento legal. La defensa ha tenido menos de 24 horas para prepararse, y tuvo dos horas en el recinto. Fue una comedia.
–Bueno, ¿qué se hace ahora para superar esta situación?
–Hay que esclarecer... Hay que sentar el precedente de una investigación documentada que se constituya en un testimonio histórico. Desde el punto de vista político estamos llevando el mensaje a la ciudadanía. En cuanto a las investigaciones existen varios equipos que están trabajando para ofrecer un testimonio fuerte, el más conocido de los equipos se llama Plataforma de Investigación. Ha atraído técnicos extranjeros y ha aportado importantísimos datos en cuanto a la interpretación de los videos, la característica de las balas y de las vainas que se han encontrado. Hay filmaciones, algunas tomadas en el lugar, otras de la policía... Hubo muchas dificultades para lograr este material por las obstrucciones de la fiscalía. Esta fiscalía paraguaya sostiene la tesis de un enfrentamiento campesino-policial. Es una tesis que cada día se deshace más por la envergadura de las heridas de las personas fallecidas. Hay que imaginar que de ese grupo de treinta campesinos con siete escopetas precarias, sólo dos de ellas presentan evidencia de haber sido usadas, no pudieron herir de muerte a seis policías que estaban con chalecos antibalas y a cada uno muerto con tanta puntería para recibir balas en la cabeza o en el cuello. Además fueron heridos 24 policías. Hay gran desmesura entre la capacidad de fuego denunciada y el daño real causado. Es tan grave la investigación de la fiscalía, y tan tendenciosa y tan irregular y tan falta de garantías para la sociedad, que están sólo imputados los campesinos. No hay investigación oficial y formal. Tampoco hay ninguna información de cómo murieron los campesinos. Parece que hubiesen sido muertos entre ellos o de la nada.
Bueno, ¿qué hacemos? Desde el punto de vista político, difundimos nuestra interpretación. Sigue la investigación a fin de lograr cada vez más claridad. Y desde el punto de vista jurídico, hemos reunido juristas nacionales e internacionales que han hecho diferentes interpretaciones. En enero, presentamos un libro de Emilio Camacho que registra todo lo que se ha hecho. Vinieron juristas chilenos, argentinos, también paraguayos, colorados y liberales, quienes dieron su lectura jurídica del juicio político.
–¿Qué efecto puede tener ese documento?
–Hay una convicción generalizada en la sociedad paraguaya de que Curuguaty y el golpe estaban vinculados, de que fue una arbitrariedad, un abuso del derecho que tiene y tendrá repercusión internacional y un abuso de la Constitución. El juicio político quedará como una acción sin sustento mínimo al no respetarse derechos básicos, como es el derecho a la defensa.
Fuente: Pagina/12

COMERCIANTE SIN ATRIBUTOS

POR HERNÁN FIRPO


Con 6.000 VHS’s Carlos Revich sigue en un negocio que admite “quebrado”. Y recuerda la pelea con las cadenas: “Novecento fue mi Batman”.



Video Club. Este es el nombre del local ubicado en Carlos Calvo 3978. Lo que en una época hubiera sido leído genéricamente, hoy es parte excepcional del vetusto mobiliario urbano. Notable sobreviviente de una especie que desaparece y que, en grado uno de descomposición comercial, tendría que ocupar el mismo trono que Piccolo & Saxo, la disquería que Carlos Revich regentea como si fuera el vestigio de alguna epopeya.
**** Igual que Carlos, Luis Minari es de esos que no podría tener cualquier negocio. En el “Video Club” hay un pared llena de VHS’s. ¿El muro de los lamentos? “Jé, no, yo al menos no lo vivo así. Sé perfectamente que este es un negocio quebrado donde la búsqueda permanente de nicho es lo único que te permite perdurar”. Perdurar, Luis, verbo agónico si los hay . “Tengo más de 6.000 videos, de VHS. Mirá, yo hace 22 años que ando en este mismo rubro. Videoclub y nada mas que videoclub. Así fue, así es y, espero, así será”.
¿En qué momento decidimos dejar de pagar por cultura? “Casi nadie paga por cultura, pero casi nadie se baja películas turcas, finlandesas o del llamado cine de autor. Los manteros tienen diez copias de El Hobbit, no tienen nada de Aki Kaurismäki. Sólo venden lo comercial, que es lo que lamentablemente también domina la exhibición en la inmensa mayoría de las salas. El cine, la mayor parte del cine que nos llega, hace rato viene demostrando que no es ningún Séptimo Arte sino puro entretenimiento. Y el mantero del barrio es un termómetro de nuestro consumo”.
Para ser rigurosos como Longobardi habría que escribirlo así: “Luis, de profesión, videoclubista”. Resistir al auge de las tecnologías y la canilla libre de piratería no es cosa de improvisados. No cualquiera es un Luis Minari que puede ponerle el pecho a esa fe creciente y desarrollada llamada insatisfacción. Contradictorio: mientras la educación privada crece en la Argentina, Internet viene fijando la gratuidad del consumo cultural. Se bajan películas. Se baja música. Se bajan libros.
¿Los sueldos de los que trabajan estarán únicamente destinados a la compra de teléfonos celulares? “Estamos medio fritos, pero mundialmente fritos”. Luis lo exterioriza en confianza porque sabe que vos hiciste un juramento sobre el póster de “El Padrino I” que nunca jamás descargarías una película y porque además lo juraste sobre tu identidad de clase media, esa que alguna vez presumía de sus bienes educativos con innegable pertenencia.
“¿Pero te gusta o no te gusta que exponga los videos cerca de la puerta? –pregunta y se responde así mismo–. A mí me parece que llama la atención. Es como decorar la vidriera de una disquería con fonógrafos”.
Axioma al paso: el hombre que tiene un negocio de vhs’s nunca evadió impuestos.
Con una nostalgia que desearía cualquiera de esos almacenes de barrio víctima de paranoia supermercadista, Luis se hace un rato para evocar aquellos tiempos en los que competía con Errols, serio antecedente de la cadena Blockbuster (QEPD). “Había uno acá a la vuelta. Le di batalla. Gané. Cuando ellos trajeron 50 copias de Batman entendí que había que diferenciarse y yo me traje un Batman, me fui por otro lado. ¿Qué me salvó? Uff, le debo mucho a Woody Allen, pero a todo Woody. Le debo mucho a Bertolucci, ¡a Novecento! Novecento fue mi Batman. Tuve decenas de copias”.
Otra vez la pared, un muro más resistente que el de Berlín. ¡¿6.000 videos?! Lo repetís para adentro, pero igual te escucha. “Te explico, el VHS tiene salida en un círculo reducido. Esta a ocho pesos, igual que el DVD. También vendo y alquilo DVd’s”. Cuándo Lennon escribió eso de que él puede ser un soñador pero no es el único, estaba refiriéndose a Luis. “El que viene por los VHS los quiere comprar. Hay gente que busca tener el objeto, la mayoría es gente joven, estudiantes de cine que no vivieron esa etapa y dicen que el VHS puede tener mejor calidad que el DVD. Un discurso parecido al de los fanáticos del vinilo. Y tengo un montón de coleccionistas. Los coleccionistas son muy aficionados a lo que escasea”.
Si ahora las disquerías son lugares más o menos aptos para melómanos, ¿los videoclubes qué son? “Se me ocurre que pese a los síntomas negativos, el sistema no se agotó. No todavía. Vos acá me ves, resistiendo con vergüenza deportiva y haciendo lo mismo de siempre. Estoy convencido de que si continúo con mis principios de no seguir al cine comercial, siempre voy a tener una ventanita abierta. Enemigos hubo siempre. Antes de la piratería estaba el cable y no hay que olvidar que nosotros, los videoclubes, fuimos la pesadilla de la pantalla grande. Sigo en esto porque claramente soy un mal comerciante. A mí me gusta el cine y si hay actores que lo actúan, guionistas que lo escriben y directores que lo dirigen, hay gente que lo distribuye. Y yo soy uno de esos, no lo dudes”.

FuenteClarín.

LOS CAMPESINOS MEXICANOS SE ARMAN CONTRA LOS NARCOS.

En el estado de Guerrero, en el sur del país, pobladores de unos 15 municipios decidieron formar una fuerza paramilitar para enfrentar a los carteles de la droga. “El Estado nos dejó solos”, dicen.


“Cuando nos levantamos contra ellos (el “narco”) me dijeron “van a ir contra ti y contra tu familia” y yo dije pues que vengan. Y aquí los estoy esperando, todavía”, presume con el arma en la mano y la capucha puesta el comandante G1. “No hay derecho a que unos pocos nos tengan atemorizados. Son menos”, explica en el estacionamiento del Supermercado Aurrerá de Ayutla donde los alzados han instalado su improvisado cuartel general. Nada más terminar de hablar una señora trae una olla grande con arroz y otra con frijoles para alimentar a sus nuevos cuidadores.
Para llegar a Ayutla, en el corazón de la costa Chica del estado de Guerrero, uno de los más pobres del país, hay que pasar al menos 12 retenes; unos del ejército, otros de la policía y otros más de los encapuchados, que piden identificaciones y revisan cada vehículo. Nadie protesta.
La región se ha levantado en armas.
Desde que hace un mes se hartaron de la violencia y decidieran tomar el control, brigadas de hombres armados con viejas escopetas de caza vigilan la seguridad en carreteras, caminos y calles. Primero fue uno, luego otro, otro más …. y así hasta 15 municipios se han organizado en una especie de fuerza paramilitar que no obedece ni a policía, ni a ejército ni autoridad alguna que no haya salido de sus comunidades.
Una pareja de adolescentes camina de la mano y pasa frente a los encapuchados. “¿Ves?”, me pregunta otro encapuchado “esto era imposible antes”, añade. “Nos tenían atemorizados y nadie salía de casa después de las diez de la noche. La población está con nosotros”.
“El Estado nos ha dejado solos y hemos tenido que reaccionar para defendernos. Hasta un alacrán, cuando lo vas a pisar, saca el aguijón para defenderse”, explica este campesino que cultivaba maíz, pero ahora dirige uno de los grupos de autodefensa.
La situación de Ayutla es un espejo de lo que sucede en el país, donde la guerra entre y contra los carteles de la droga ha dejado unos 90.000 muertos y 25.000 desaparecidos.
Pero desde hace un mes en Ayutla la delincuencia se ha reducido a cero y el gobierno de Enrique Peña Nieto, el presidente del PRI que asumió en diciembre pasado, contempla con preocupación un levantamiento popular tan preocupante como lo fue el zapatista en los años 90.
Son las once de la mañana y bajo un sol abrasador acaba de comenzar en un pueblo cercano, El Mezón, un “macrojuicio” celebrado de acuerdo a los “usos y costumbres” de los indígenas contra 54 personas detenidas y acusadas de vínculos con el narco, robo, tráfico de droga o violación.
Magullados y en grupos de cinco, los detenidos, que llevan un mes encerrados en la escuela del pueblo, pasan frente a los indígenas mientras se leen en voz alta los cargos contra ellos. “Uriel Cipriano (36), secundaria, acusado de delincuencia organizada. Vicente Mayo (22), primaria, trabaja como halcón para los carteles; Román Navarrete (28) secundaria, acusado de violación de cuatro mujeres …” y así sucesivamente. “Cuello” gritan dos espontáneos desde la cuarta fila.
Poco antes de empezar, el joven “Benito”, da un paso al frente, se planta ante los miles de indígenas y, con el rostro cubierto, recuerda los meses que pasó trabajando para los narcos: “Primero le cortamos los dedos con un cuchillo. Luego con un machete, los pies, las manos, los brazos y finalmente la cabeza, que dejamos en una hielera delante de su casa”. Con la crudeza de quien lo ha vivido todo a los 12 años, “Benito” detalla cómo despedazó a un anciano que no quiso pagar por su secuestro.
Pantalón vaquero, guaraches con barro y camiseta raída sobre la piel morena, Benito es pobre de solemnidad y también su víctima, incapaz de pagar los 50 dólares de extorsión quincenal exigida. Estas son las tarifas en Guerrero, uno de los rincones más olvidados del continente americano.
Los miles de rudos campesinos, que bajaron de la montaña armados, enmudecen escuchando su relato. La justicia popular incluye escuchar el testimonio de las víctimas. Incluso de los pasamontañas sale alguna lágrima escuchando la historia de este chico que estuvo enrolado en el “narco”. “Vivo con mi abuelita porque no tengo madre. Bueno … sí tengo, pero se fue a Estados Unidos a trabajar hace cinco años y nunca más volví a saber de ella”, cuenta Benito. Su abuela acaba de entregar al joven a la policía comunitaria para que se una a ellos y enderece su camino.
Rompe el tenso relato una pareja de guacamayas que sobrevuelan la miseria de El Mezón. Los indígenas oyen en voz alta lo que llevan padeciendo desde hace años: extorsiones, robos, violaciones, secuestros, asesinatos … Hasta que gritaron ¡basta ya!

Fuente: Clarín.

GREEN DAY: "SOMOS UNA BANDA DE IZQUIERDA"

El trío punk de California, consagrado en los ‘90 y hoy banda de estadios, acaba de editar un disco triple. Con 40 años, sus integrantes dicen que siguen aferrados a sus raíces “obreras” y a sus banderas, a pesar de los millones... 
Por Norbert Pek.

Junto con Pearl Jam, hoy Green Day es una de las pocas bandas sobrevivientes de aquellos ‘90, gobernados por Nirvana, todavía capaces de llenar estadios. Los californianos y ya cuarentones Billie Joe Armstrong (voz, guitarras), Mike Dirn (bajo) y Tré Cool (batería) conforman un trío que revive la energía punk de los ‘70, con una madurez que los fue transformando en un grupo pretencioso, ya que cuenta con dos álbumes conceptuales en su haber: American idiot (04) y 21st century Breakdown (09). Su último gran gesto artistico fue editar un disco triple, cada uno titulado en español- ¡Uno!,¡Dos!¡Tré!
-, cuyos temas no tratan más acerca de la política o la sociedad estadounidense, sino sobre “la tensión y el deseo sexual”.
¿Por qué tres álbumes en lugar de uno y ya? 

Billie Joe Armstrong: Después de 30 temas, nos dimos cuenta de que íbamos en tres direcciones diferentes. Uno era un sonido Green Day clásico. Ese es ¡Uno!

. Uno era más una banda de garaje. Ese se transformó en ¡Dos!
. E hicimos algo épico, lleno de reflexión sobre la vida y el amor. Y así se convirtió en¡Tré!
. Simplemente queríamos hacer tres discos de uno.  El 80 por ciento de “¡Uno!” es Green Day de la vieja escuela: guitarra-bajo-batería con tiempo rápido. ¿Extrañabas componer estas canciones?
Billie Joe Armstrong: Creo que sí. La última canción que escribí en 21st Century Breakdown fue Murder City. Esa canción también era un sonido clásico de Green Day. Queríamos regresar a eso. Pero queríamos abordarlo de manera diferente. Es por eso que nuestro “cuarto integrante” Jason White toca la segunda guitarra. Lo hizo durante todo la grabación. Lo puedes escuchar en tu parlante derecho. Eso le agregó un cambio sutil. También tenemos un sonido de guitarra más clásico y limpio en ¡Uno!
. Eso también es diferente.
“¡Dos!” y “¡Tré!” obviamente son más álbumes de estudio con una cantidad de variaciones e instrumentos adicionales. ¿”¡Uno!” fue el álbum más fácil de hacer? 

Tré Cool: “La mayoría de las canciones en ¡Uno!

eran más viejas. Alrededor de un año atrás, casi las tocamos a todas en vivo. En Austin, Nueva York y Oakland. La grabación tiene su madurez en las canciones. Más allá de cualquier grabación que haya escuchado alguna vez. Estas canciones suenan clásicas instantáneamente. Y podemos sacar lo mejor de ellas.  Mike Dirnt: Realmente me gustó componer esas canciones. El enfoque parece muy simple, pero las estructuras de los temas son bastante complejas. Fue realmente muy pensado.  En “Kill The DJ” de “¡Uno!”, ustedes cantan: “Someone kill the DJ, shoot the fucking DJ. (Que maten al DJ, maten al maldito DJ)”. ¿Esto es, como en “Panic”, de The Smiths, donde Morrissey pedía que cuelguen al disc jockey, o trata sobre un DJ en particular?
Billie Joe Armstrong (Bromeando): Sí, es sobre The Smiths. (La banda comienza a reírse. Ahora, se pone serio). No tiene nada que ver con los DJs. Es acerca de la ironía que hay detrás de componer una dance track, un rock para bailar. Con todos esos tipos que constantemente hacen remixados. Los cambian y hacen versiones diferentes.
Los tres álbumes tratan menos acerca de la sociedad, y más acerca del amor. También suenan más positivos. ¿Por qué esta elección? 

Billie Joe Armstrong: No creo que positivos sea la palabra correcta. Algunos temas tienen que ver con la tensión y deseo sexual. Son más personales. No queríamos ser prisioneros políticos de la composición de canciones. Entonces, estaríamos esposados. Por eso, fue una separación. Excepto de la canción 99 Revolutions. Esa canción tiene algo en común con Minority de Warning. Es sobre el movimiento Occupy Wall Street (Movimiento Ocupa Wall-Street). Acerca de la primera idea original detrás del movimiento. Hacer que la clase trabajadora se ponga de pie por sus derechos. Para conseguir los beneficios que se merecen. Los empleos que necesitan. Necesitan atención médica.  Ok, “99 Revolutions” de “¡Tré!” habla del Movimiento Occupy. Al mismo tiempo, ustedes son una banda bastante adinerada. ¿La gente, a veces, les hace esos planteos en su contra? 
Billie Joe Armstrong : No sé. Sé de dónde vengo. De eso se trata esa canción. Tenemos un origen de clase trabajadora. Toda mi familia, mi hermano, mis hermanas, mi padre y mi madre, somos gente de clase trabajadora. Si no hubiese sido por esta banda, yo sería lo mismo que ellos. Llegamos a ser la banda más grande del mundo, pero solo puedo hablar con la verdad sobre quién soy y de dónde vengo. No tengo nada que ver con el deslumbramiento.

Mike Dirnt: Todavía tenemos la ética de los obreros.  Billie Joe Armstrong: Sí, exactamente.  Tré Cool: Hicimos tres álbumes. Es una ética de trabajo extraordinaria, ¿o no?  A menudo se los considera una banda antiamericana. 

Mike Dirnt: Una de las cosas más americanas que uno puede hacer es realmente levantar su voz y decir: “Creo que hay un problema aquí”. Uno usa su libertad de expresión.  Billie Joe Armstrong : Pero en lo que uno no quiere convertirse es en una corneta. Cuando uno escribe una canción política, tiene que salirle del corazón. Uno siente que tiene algo para decir. Una canción de amor también viene del corazón. Tiene que ser sobre algo que te importe mucho. En estos álbumes, no nos alejamos de la política, nos adentramos en algo más. No fue una reacción. Estaremos en el espectro político durante el resto de nuestras vidas. Somos una banda de izquierda.

Ustedes escriben mucho acerca de los estadounidenses, pero ¿no es difícil mantenerse en contacto con el estadounidense promedio? La gente reacciona diferente cuando uno es famoso.
Mike Dirnt: Hago mis propias compras en el almacén. Voy de compras. Llevo a mis hijos al colegio. Soy el estadounidense promedio. La única diferencia es que tengo una casa un poquito más grande...
Tré Cool: Y yo voy de cuerpo en los baños públicos.  Billie Joe Armstrong: Me gusta comer una hamburguesa.
Mike Dirnt: Necesito el seguro de salud. ¿Cómo viajamos y trabajamos? Realmente lo necesito.
¿Vieron la serie “The Newsroom”? En el primer episodio, un estudiante pregunta por qué EE. UU. es el mejor país del mundo. El presentador de noticias Jeff Daniels dice que no. ¿Cuál sería tu respuesta?
Billie Joe Armstrong: No creo que haya algo así como el mejor país del mundo . Puede haber patriotismo, sí, en tanto y en cuanto sea sano. Como cuando uno canta un himno en un estadio de fútbol, o algo parecido. Los Estados Unidos todavía tiene mucho que aprender. Somos un país bastante nuevo comparado con otros. No creo que los Estados Unidos sea el mejor país del mundo. Decir una cosa así es típico de ignorante.
Fuente: Suple SI!